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Bajo la influencia de la Especia Melange, la Especia de las Especias...

domingo, 13 de junio de 2010

La Enfermedad Más Hermosa Del Mundo

¿Cuándo cruzamos el límite entre el dolor y el placer? El Síndrome de Stendhal, debe su nombre al escritor francés, Marie Henri Beyle, más conocido como Stendhal, fue el que lo describió por primera vez en su libro de viajes, Roma, Nápoles y Florencia, hacia 1817. En una de sus referencias a Florencia, ciudad que amaba intensa y particularmente, en concreto a su visita a la Basílica de la Santa Crote, describe las sensaciones que experimentó al contemplar las Síbilas de Volterano, exaltado por la emoción, al salir de la Basílica sentía fuertes latidos en su corazón y así lo dejo escrito: "la vida se me había desvanecido, caminaba como si fuera a caer...", "...necesitaba la voz de un amigo con la que compartir mi emoción..."
Las personas afectadas por este síndrome suelen ser turistas de mediana edad, entre 26 y 42 años, la mayoría mujeres que viajan solas y que proceden de ciudades tranquilas sin demasiados estímulos artísticos. Son especialmente supceptibles, aquellas personas con gran sensibilidad receptiva, y ansia por contemplar la belleza artística, de hecho a esta enfermedad también se le llama "el mal del viajero romántico". Estas personas son víctimas de una emoción subjetiva que se manifiesta en un cuadro clínico que varía según el caso.

En general, podríamos hablar de un estado de ánimo transitorio que se manifiesta bruscamente, al observar obras de arte de notable belleza, normalmente en un espacio corto de tiempo y concentradas en un espacio material algo restringido, por ejemplo, una ciudad. Esto explicaría, que Florencia, una ciudad muy turística y de inigualable belleza, sea la ciudad donde más casos se han dado, en cuanto al cuadro clínico del síndrome. Entre el conjunto de síntomas observados, se encontrarían un repentino malestar a nivel físico y psíquico. Dentro de los síntomas psíquicos, encontraríamos transtornos de la percepción sensorial, especialmente en la asimilación de colores y sonidos, sentimientos persecutorios y de ansiedad, bipolaridad alternante, con estados de depresión y de euforía fulgurantes, sensación de omnipotencia mental y supresión de autocrítica. Por lo general, el paciente se siente aturdido y desorientado. En cuanto a los síntomas físicos, los pacientes refieren, taquicardia, mareos, sudoración y desvanecimientos. A modo de síntesis, estos síntomas se agruparian en tres clases, los transtornos de percepción y de la visión de la realidad, los del estado de ánimo y las crisis de ansiedad y pánico somatizada.

Tras estudiar los diferentes casos clínicos, podría decirse que la presencia de estos síntomas es graduada dependiendo del individuo, pero suelen coincidir en tres aspectos fundamentales, el primero es que se desencadena ante una obra determinada o un artista preferente, en segundo lugar, se desarrolla en una ciudad en particular, y tercero, suelen ser extranjeros, la falta de vínculos familiares e idiomáticos, parece relevante.

Esto último es especialmente curioso, pues parece que en el Hospital Santa María Nuova de Florencia, no se han observado casos de pacientes italianos. Este hospital atiende a una media de 12 pacientes aquejados de Síndrome de Stendhal.

Según la Dra. Magherini, existen dos facilitadores del síndrome, el estar ante una obra original, con la connotación que la obra o el autor pueda significar para el individuo y que no exista una red simbólica que atenue la experiencia, de ahí que sean siempre extranjeros. De manera, que donde debería sentirse placer al contemplar tanta belleza, la función estética desaparece, debido a la alteración del "marco fantasmático" del sujeto. Esta explicación de corte psicoanalista, es la única que se ha dado por ahora para explicar el síndrome.

Es por esto que esta sensación subjetiva, que no obedece a ninguna explicación filogenética, y además que no se produce habitualmente en la naturaleza, sino ante la creatividad artística del ser humano, podrías explicarse por la visión de un expectativa, un cuadro u obra de arte, que hemos visto en un libro y que descubrimos que es real, nos encontramos con el ideal, y eso nos sobrepasa maravillosamente. Diríamos pues, que es una enfermedad dulce, cuando llega a serlo, o una sensación desconcertante, para la mayoría de nosotros, que se ha desarrollado como consecuencía del placer de contemplar la magnificiencia de una obra artística.

Se trataría de un placer de la mente, que por alguna razón, sobrepasa el límite del placer para convertirse en malestar. Algo así, como cuando decimos: "te quiero tanto que me duele". Ya Stendhal, entre sus descripciones hacía alusión a esto de una manera más poética: "no me sentía en condiciones de razonar y me abandonaba a la locura como a la vera de una mujer a la que se ama."


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